Por Sin Reservas
La Ley del Talión, conocida como «Ojo por Ojo, Vida por Vida, Diente por Diente», se refiere a un principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma imponía un castigo que se identificaba con el crimen cometido.
En la República Dominicana, se está haciendo necesaria su aplicación, pues no podemos continuar permitiendo que desechos humanos, sujetos poseídos por el demonio y las drogas, continúen sembrando luto en nuestras familias.
Consideramos que llegó la hora en que los malvados y crueles criminales, sepan que serán fusilados si le quitan la vida a alguien. Que un crimen conlleva su muerte inminente, y así la gran mayoría se cohibiría de realizar sus delitos.
No se concibe que nos sacrifiquemos y paguemos tantos impuestos, incluyendo los exholbitantes de los combustibles, para que sean escogidos para mantener estas cosas en la cárcel.
Un sujeto que asesine inmisericordemente a esposa e hijos, a padres o a cualquier persona, no merece compartir este mundo, sea donde sea, que lo recluyan.